La glixia ofrece pequeñas flores blancas delicadas y elegantes. Con un aire muy campestre, puede adaptarse a diversos temas de boda: bohemio, chic, rústico, etc. Mézclela con flores de capullos más generosos o con variedades ramificadas para crear un juego de texturas, volúmenes y alturas. Este último elemento es muy importante, especialmente en los ramos. Al combinar plantas de diferentes tamaños, podrá imaginar composiciones a veces altas, a veces anchas. La idea es crear ramos originales y evitar el tradicional ramo redondo de flores secas.
Próxima pariente de la jazilda seca blanca , estas dos variedades son relativamente similares. Una presenta flores abiertas y florecidas, mientras que la otra tiene más bien pequeñas campanillas. En cualquier caso, la glixia blanca sigue siendo una apuesta segura. ¡Gusta a todo el mundo y tiene un precio muy atractivo! Y para descubrirla desde otra perspectiva, ¡descúbrala también en rosa fucsia, azul menta y marfil!

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