Es difícil resistirse al innegable encanto de las flores secas blancas. Su incomparable suavidad y su color inmaculado convierten a esta nueva flor seca en un elemento decorativo por derecho propio.
Para una decoración campestre, moderna o contemporánea, primaveral o invernal, las flores secas inmortales blancas, también llamadas Anaphalis, serán un gran aliado. Estas flores depuradas y monocromáticas tienen estilo y desprenden un toque de poesía.
Solas en su jarrón más bonito, o dispersas en una campana de cristal, en una corona o incluso en sus pequeños floreros, las inmortales realzarán sin esfuerzo su hogar.
No hay que confundirlas con su prima pequeña, la siempreviva del Var .
Adoptar las flores secas para su interior nunca ha sido tan fácil.

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